Historia y Educación

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“Mamá, quiero salir a matar ingleses”. Dijo Marcos de 6 años a su mamá, merendando en su casa, mientras miraba un dibujito animado muy conocido sobre Historia para niños (Comentario verídico)

Ustedes me dirán: Cele, es un dibujito, es fantasía. Y sí, lo re entiendo. ¡Calmaos!

Pero esta expresión me da la excusa para abrir el interrogante ¿se comprende la Historia a esa edad? Porque jugar a reproducir lo que es fantasía (por ejemplo: Transformers) esta buenísimo, pero ¿Qué pasa cuando “jugamos” a reproducir lo que sí ocurrió en un pasado con actores sociales que aún hoy convivimos?

Es importante atender que a los 6 años, niños y niñas, no están preparados (en la mayoría de los casos) para realizar comparaciones temporales y espaciales en simultáneo. Esto quiere decir que, en esta etapa, o comparamos temporalidad o comparamos espacialidad, de a una variable a la vez.

Entonces, si no tenemos en cuenta esto al momento de trabajar Historia en la infancia, podríamos estar perpetuando ideas erróneas por mucho tiempo, y pasan cosas…
Hace poco subí un video sobre “Dibujos animados ¿recursos o entretenimientos?”, pero me di cuenta que olvidé mencionar sobre la importancia de atender a la comprensión narrativa de la Historia (Egan,1997) según las edades. Ya fue estudiado que, la edad y el entorno, determinan generalmente la manera de comprender ciertas narrativas y discursos históricos.

COMPRENDER LA NARRATIVA HISTÓRICA EN LOS PRIMEROS AÑOS

Todos sabemos que no aprendemos a leer y a escribir “estudiando cómo se lee y cómo se escribe”, ya que lo hacemos por un montón de actividades, experiencias y estrategias cognitivas que nos permiten ir progresivamente lográndolo.
Bueno, muchos autores demuestran que ocurre lo mismo con la Historia.

Existe un proceso paulatino denominado Alfabetización histórica. Según Egan (1997) la construcción del conocimiento histórico está inminentemente relacionado a la elaboración de narrativas.
La comprensión de la narrativa histórica, a su vez, es parte del proceso de alfabetización histórica (Carretero-López, 2009).

La comprensión narrativa de la Historia tiene etapas, según la edad. No hablamos de etapas evolutivas (cómo las de Piaget) sino que son momentos que dependen de diversas variables como la estimulación, el entorno social, el interés, las emociones o la flexibilidad cognitiva, para entender los relatos.

Las etapas son 4, pero quiero mencionar las dos primeras que son las que competen a la infancia:
Entre los 3 y los 6/7 años aproximadamente, se desarrolla la ETAPA MÍTICA. Es una etapa caracterizada por la estructura binaria y la fantasía. Se comprenden aquellas narrativas históricas en las que sea posible expresar conceptos binarios: buenos y malos.

Acá es donde aclaro que comprendo que Marcos lo ve como una fantasía, y en esta etapa generalmente no se poseen las herramientas para abstraer los sucesos. Las categorías de tiempo y espacio no pueden comprenderse si no es desde un sentido muy elemental (En el taller “Tiempo y espacio en la infancia” hablamos mucho sobre esto).

Ahora bien, la próxima etapa, es la ETAPA ROMÁNTICA: cuando se comprende que la fantasía es fantasía, pero aún son niños y niñas, entonces se arma ese camino entre el mitos y el logos en el que saben que no es, pero no quieren dejar de creer. Ahí aparecen las figuras de héroes, villanos/as o heroínas. En Historia: hombres y mujeres reales, pero con aptitudes fantásticas, por ejemplo “El Santo de la Espada” como referencia a San Martín.
Entonces, uno puede contar procesos históricos en forma de narrativa, pero lo cierto es que la comprensión de los mismos estará condicionada por dichas variables.

EL PROBLEMA…

La verdad es que podríamos pensar que es algo progresivo, y que en la medida que se va creciendo, vamos sumando elementos críticos. Pero el problema, reside en la manera en que se reproduce el discurso histórico mediante las efemérides y las prácticas nacionalistas. Ocurre que llegamos a la adultez con la mirada mítica y romántica de la Historia, sin trascender al resto de las etapas.
Se llega a edades avanzadas, creyendo que la bandera argentina es así porque Belgrano miró al cielo, o se cree que French y Berutti repartieron escarapelas de verdad (nada de eso ocurrió). Y ni hablar de sembrar (sin quererlo) idearios sobre personas de otras naciones de manera descontextualizada, como el caso de ingleses o chilenos en el discurso argentino, los cuales llevado al extremo llevan a la Xenofobia.

Por eso, es importante pensar las herramientas que le vamos a ofrecer a los peques para llegar a las próximas etapas de la comprensión narrativa histórica: la filosófica y la irónica (amplío estas cuatro etapas en el taller de Efemérides, una nueva mirada).

ENTONCES ¿SE PUEDE ENTENDER HISTORIA EN LA INFANCIA?

Si, pero trabajar Historia no es trabajar hechos y personajes necesariamente, el pensar históricamente (término acuñado por Mario Carretero) implica un montón de heurísticos como multicausalidad, abstracción temporal, paralelismos témporo-espaciales, etc.

En este sentido, la Historia como disciplina en la infancia se trabaja desde actividades como secuenciación, causa-efecto, cambios y continuidades, etc. Instalar ideas de hechos históricos concretos descontextualizados, en los primero años, puede llevar a que se perpetúen ideas falsas.

¿COMO CITAR ESTE MATERIAL SI LO VAS A UTILIZAR?

Armas, MC. (2023). ¿Se puede entender Historia en la Infancia?. Sección Newsletter. En web: https://historiayeducacion.com/ (Y fecha en que has consultado la web)

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